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miércoles, 17 de enero de 2018
Boöny
Vamos a hablar un poco de Boöny, el inseparable amigo de Maäpy.
Boöny es un gnorm de treinta y dos años (Ya sabéis que los gnorms pueden llegar a vivir más de 200 años, por lo que, buscando equivalencias, se puede decir que Boöny tiene la mentalidad de un chico de 13 años).
Es extremadamente miedoso y asustadizo. Siempre busca la protección de Maäpy cuando las cosas se ponen feas...
Boöny no tiene grandes condiciones físicas. Le encanta comer y lo cierto es que está demasiado gordo. Tal es su debilidad por la comida, que algunos gnorms de la aldea comenzaron a llamarlo Comepiedras. Pero pese a sus doce minas de peso (lo que son 6 Kg.), el pecoso y pelirrojo jovenzuelo es capaz de brincar con casi tanta agilidad y potencia como el resto de sus amigos y compañeros aspirantes a guardián de los bosques.
Su familia es una de las más pudientes de la aldea de Lepünchaüm (Su abuelo por parte de padre es uno de los ancianos que forman parte del consejo). Habitualmente viste ropajes de gran colorido y calidad, y siempre lleva consigo el pequeño flautín de madera de cedro que le regalaron sus padres por allá su duodécimo cumpleaños. Con su flautín, Boöny es capaz de entonar y componer hermosas sonatas para el disfrute de sus amigos y vecinos.
Boöny se pregunta muy a menudo si tiene lo necesario para llegar a ser un guardián de los bosques. Debido a su timidez y escasas condiciones físicas, no está muy seguro de ello. Su cabeza le dice que quizá debería dedicarse a otra cosa; labrarse un futuro lejos de las peligrosas misiones y aventuras que debe superar un guardián, pero lo cierto es que su corazón parece querer lo contrario.
Desde muy pequeño y para preocupación de su familia, Boöny siempre se ha juntado con el descarriado Maäpy, al que sigue en todas sus aventuras.
Boönar, su padre, piensa que fue Maäpy el que introdujo la idea de ser guardián a su hijo, lo que lo enfurece sobremanera cada vez que este se va con él. El progenitor del bonachón jovenzuelo espera que la dureza del entrenamiento al que le someterá Bompür lo haga abandonar toda idea de vivir aventuras y riesgos completamente innecesarios.
¿Será capaz de encontrar su destino el frágil y tímido Boöny? ¿Conseguirá sobrevivir a todas las dificultades que se le pongan por delante? ¿Logrará por fin ser nombrado guardián de los bosques?
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