La princesa Lainweë

Lainweë es la única hija de Tarweë, el rey elfo de Árboles Milenarios y del bosque de Feörn, el mismo bosque en donde habitan los gnorms de Lepünchaüm. 

Rebelde, testaruda, impulsiva e indomable, es, sin duda, la mejor guerrera de todo el reino de los elfos de los bosques. Como máxima responsable de los exploradores, entre sus funciones habituales está la de recorrer el bosque, siempre atenta a cualquier situación que requiera la intervención de la gente de su pueblo.

Con 93 años, Lainweë todavía no ha alcanzado la mayoría de edad. (Los elfos son declarados mayores de edad a los 100 años, justo cuando empiezan a ser fértiles). Pese a su juventud, es tremendamente independiente y resolutiva, siendo quizá el mayor pilar en el que se apoyan los guerreros del reino. La bella muchacha entrena y convive con sus lugartenientes y exploradores durante la mayor parte del día, convirtiéndose en pieza indispensable dentro de las huestes del reino. Con el arco es excepcional. A los 20 años su padre le regaló uno elaborado con madera de tejo y ornamentado con bellos relieves bañados en pan de oro. Desde aquel mismo instante se ejercitó concienzudamente y se convirtió en la mejor arquera que se recuerde en siglos.

Lainweë fue nombrada por su padre “hija del otoño”, pues nació en la estación de la siembra del cereal. Por ello suele portar una ligera armadura de acero con hombreras con forma de hoja caduca. Alrededor de su largo cuello y de sus enormes y verdosos ojos porta llamativos tatuajes elaborados en color púrpura, representando distintas hojas otoñales. Como símbolo de su linaje, de su cuello cuelgan varios collares de piedras preciosas a los que ha añadido distintas representaciones de hoja caduca en plata.

La joven princesa tiene bastante protagonismo en «El tesoro de los Gnorms», aunque será en «El santuario de los Elfos» donde tendrá mucha más relevancia. Siempre inquieta, intentará averiguar qué es lo que ocurrió en el bosque cuando sus padres eran más jóvenes, pues no concibe la idea de que no tuvieran descendencia antes que ella y sus hermanos.

Ayudará a los gnorms a sofocar el incendio que asola el bosque de Feörn tras el fatal encuentro con el caballero Ejecutor del Imperio de Fireland. Luego, junto al sabio Finarfin, el principe Tainweë, el druida Bompür, Teëkio y Paëlu, tomará camino hacia el Santuario de Gwyllion (Hogar y capital del reino de los elfos de los valles) al mando de una escuadra de guerreros del reino con la misión de prevenir a sus hermanos del terrible peligro en que se encuentran. 

Con su hermano Tainweë (El heredero al reino) mantiene siempre una gran rivalidad. Casi siempre están es desacuerdo y lo cierto es que discuten muy a menudo, aunque realmente no podrían vivir el uno sin el otro. Esa fuerte relación será algo a tener muy en cuenta en los peligros que se les avecinan, sobre todo una vez que lleguen a Gwyllion, la ciudadela de los elfos de los valles...