Bueno, pues creo que ya iba siendo hora de hablar acerca de Maäpy, el máximo protagonista de la novela «El tesoro de los gnorms».
Maäpy es un gnorm de apenas 30 años de edad muy conocido
en la aldea de Lepünchaüm (Lo que a nosotros equivaldría a un niño de 12 años).
Lo cierto es que nunca ha tenido buena fama este andrajoso chiquillo huérfano
de padres, pues siempre anda de acá para allá faltando a clase y ausentándose
de las obligadas tareas comunales de la aldea.
Maära, su madre, era nieta del druida Bompür y perteneció
a los guardianes del bosque. Desgraciadamente falleció en una peligrosa misión
cuando Maäpy tan sólo tenía 4 años. Su padre fue Paäyr, y trabajaba en las
minas de los Montes de Fëdra extrayendo hermosas joyas. Tristemente, falleció
en un desprendimiento cuando Maäpy estaba a punto de cumplir los 20 años. Desde
aquel entonces, el druida Bompür (su tío-bisabuelo) se hizo cargo de él. Sin
embargo, las obligaciones y quehaceres del anciano le ocupaban casi todo su
tiempo, por lo que el chiquillo acabó pasando mucho tiempo solo, y eso acabó
forjando su carácter.
A los 25 años y con permiso de Bompür, Maäpy decidió independizarse
e irse a vivir al árbol de sus fallecidos padres. Percatándose de que el
muchacho apenas participaba en la vida de la aldea y de que habitualmente no
atendía a sus obligaciones como estudiante, Bompür le obsequió con una
colección de añejos volúmenes que en su día pertenecieron a Maäple, su ya
fallecido hermano. Pese a lo que en un principio creyó, Maäpy se interesó por
la lectura. Aquellos libros eran un compendio del saber sin parangón, pues
contenían tratados de ciencias, botánica, zoología, medicina e historia, aparte
de varios epítomes acerca del conocimiento y el manejo de la esencia sagrada.
Maäpy se enfrascó en la lectura de aquellos libros.
Aparte de aprender muchísimas cosas, le encantaban las historias acerca de los
paladines más famosos de los hombres, de los que se imaginaba así mismo reviviendo
sus fabulosas hazañas. Pero pese a lo que pudiera pensarse, el muchacho siguió
faltando muy a menudo a clase. Los padres de la mayoría de los chicos de la
aldea no veían con buenos ojos que sus hijos se juntaran con el haraposo y
despreocupado muchacho.
Maäpy siempre anda de acá para allá retando a sus amigos;
todos mayores que él y aprendices a guardián de los bosques. Pasa mucho tiempo con
Boöny, su mejor amigo, aunque también con Tïnny, Lescëy, Taüre y Moüle. Su
mayor anhelo es ser admitido en la Academia de guardianes, pues le encantaría
vivir aventuras al igual que los héroes de la antigüedad que tanto admira. Pero aunque el
muchacho demuestra unas habilidades excepcionales, su tío-bisabuelo no termina
de dar el paso para admitirlo. Maäpy se siente frustrado e impotente… ¿Por qué el druida no lo admite aunque demuestre más conocimientos y destreza que los demás de sus compañeros? ¿Es por ser quien es, o hay alguna razón oculta que él desconoce?
La vida de Maäpy cambiará cuando encuentre a un enano
moribundo en el bosque, justo en la orilla del río Lëpum. Si queréis conocer el
resto de la historia, ya sabéis lo qué tenéis que hacer…
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